martes, 20 de mayo de 2008

2. Heleni, La causa otoñal

Y pensaba ella... mientras miraba las hojas correr en el jardín que se divisaba desde la ventana:

"Al caminar por las calles de paredes grises y el adoquín húmedo, se me viene al cuerpo, tu nombre. Verte en la lejanía del caer sutil y suave de las hojas anaranjadas por el pasar del tiempo es recordar, con las brisas que mecen suaves las ramas, tu aliento, explicándome el por qué de tantos otoños. Ahora no hay más que silencio, la luz clara de la mañana sin sol. Esa luz que me recuerda el brillo de las discuciones tibias entre las sábanas besadas tantas veces... que ahora han de yacer frías y sobretodo lejanas e inanimadas, con el calor de otros soles. Ahora nuevamente, estoy aquí, seguida de mi soledad, deambulando por las calles grises bañadas por el oro de las hojas caidas por el viento que anuncia la próxima llovizna"

Siente que nuevamente abren la puerta. Y calla sus pensamientos


Gabriela

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